DROGADICCIÓN EN MÉXICO
Según los datos oficiales, entre
2003 y 2012, han fallecido 31,905 personas por trastornos mentales y del
comportamiento por consumo de sustancias psicotrópicas; asimismo el reporte
2012 del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones
(SISVEA), alerta sobre la muerte de más de 4 mil personas anuales, por actos
violentos asociados directamente al consumo de sustancias adictivas.
Según el INEGI, en el 2012, en más de 4 millones de delitos, las víctimas
pudieron percibir que los presuntos delincuentes estaban bajo el influjo de las
drogas.
México es un país en el que
rápidamente están creciendo los índices de incidencia de adicciones –de todo
tipo-, y con ello, también se han incrementado los indicadores de morbilidad
por consumo de sustancias adictivas, legales e ilegales, en todo el territorio
nacional.
Debe destacarse que según los
datos de la Encuesta Nacional de Adicciones, 2011, en el país se pueden
identificar cuatro tendencias:
- Se ha incrementado en todas las Entidades federativas y el D.F., el uso y abuso de sustancias adictivas;
- De manera simultánea se ha reducido la edad en el inicio de consumo de sustancias;
- Hay una transición en la incidencia de las sustancias de inicio y las de impacto: cada vez más se registra un mayor uso de cocaína y otras drogas sintéticas y;
- Hay un acelerado incremento en el número de mujeres (y en particular las más jóvenes), que consumen sustancias adictivas.
En ese sentido, es importante
subrayar que hay dos fenómenos asociados al consumo de sustancias adictivas: en
primer lugar, los profundos procesos de violencia que se han radicalizado en
todo el territorio nacional; y en segundo término, también profundos procesos
de depresión y desesperanza.
Ambos procesos tienen un impacto
directo en las tendencias de mortalidad en el país, las cuales tienen
expresiones territoriales diferenciadas, que han llevado a una importante
concentración de defunciones en algunas regiones, sobre todo en lo que se
refiere a la violencia.
TRABAJO
INFANTIL
La historia de Gabir: El
trabajo infantil roba sus sueños a millones de niños pakistaníes.
Bajo
los rayos de un sol que cae a pico sobre una polvorienta fábrica de ladrillos a
cielo descubierto en las afueras de la ciudad de Shahdadkot, Gabir (nombre
ficticio), de 12 años, recoge trozos de barro con las manos que, al igual que
sus pies y sus vestimentas, están cubiertas por el material con que trabaja.
Cada
puñado de barro que recoge Gabir es de un tamaño similar al de una rebanada de
pan pero mucho más pesado, especialmente para un niño. Gabir le alcanza el
barro a su padre, que le da forma de ladrillo con un molde y coloca las piezas
en filas para que se sequen al sol. Cuando están suficientemente secas, las
transportan a lomo de burro hasta un horno para su cocción. La mayoría de las
edificaciones de la provincia de Sindh están construidas con ladrillos de
adobe.
“No
me gusta trabajar al sol”, expone Gabir. “Me canso mucho”.
“Es un trabajo difícil”
Gabir
trabaja en una de las más de 100 fábricas de ladrillos que hay en Shahdadkot,
una ciudad de 400.000 habitantes en la región occidental de Sindh, y en sus
alrededores. En Pakistán existen miles de establecimientos similares cuya
mayoría cuenta con una plantilla de niños trabajadores. Millones de menores
pakistaníes trabajan de alguna manera en condiciones de explotación.
La supervivencia de la familia
Gabir
debe trabajar para ayudar a mantener a sus padres y sus dos hermanos. “Gano muy
poco”, dice el padre de Gabir, a quien su propio padre llevó a trabajar a la
fábrica de ladrillos hace 20 años. “Por eso pensé que si mi hijo también
trabajara podríamos ganar suficiente para mantener a la familia. Y a pesar de
eso, apenas si logramos sobrevivir”.
Las y los más jóvenes son las personas que en mayor medida enfrentan problemas de abuso y adicción respecto de las sustancias adictivas. Según estudios las mayores proporciones de mujeres y hombres que consumen alguna sustancia ya sea legal o ilegal, y que han sido atendidos por algún centro público o privado, se ubica entre los 15 y los 19 años de edad.
ResponderEliminarAsí, uno de cada 5 hombres que consumen algún tipo de sustancia se ubica en ese rango de edad; mientras que, preocupadamente, una de cada tres mujeres que consumen alguna sustancia (predominantemente alcohol y tabaco) se encuentran en este segmento.
Entre los hombres, el grupo que mayormente consume sustancias adictivas se encuentra en el segmento de los mayores de 35 años, pues uno de cada tres consumidores se encuentra en ese rango de edad.
Es preocupante también que una de cada cinco mujeres que consume alguna sustancia adictiva (nuevamente también mayoritariamente alcohol o tabaco), se ubica en el segmento de las menores de 15 años de edad.
Desgraciadamente el trabajo infantil es algo que día con día se vive en cualquier parte del mundo. Las consecuencias de este acto es que derrumban el sueño de niños inocentes, ya que ellos se ven en la penosa necesidad de trabajar siendo explotados para poder sacar a su familia adelante o a si mismos. Lo que en muchos países el gobierno no ha sido capaz de poner esto como un problema prioritario que atender.
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